Los efectos económicos de la crisis sanitaria lleva a los novios a prescindir de ciertos servicios. En caso de cancelación, la devolución no siempre está asegurada.
La celebración de una boda conlleva un sinfín de preparativos que han quedado en el aire por la crisis sanitaria. Los novios se topan con un problema de agenda: la reserva del espacio, las flores, el catering y el fotógrafo tiene que cambiar de fecha y en otoño cada vez hay menos días disponibles. Las invitaciones ya no tienen la fecha correcta del enlace y la luna de miel queda aplazada hasta que se abran las fronteras. Además, las condiciones económicas de las parejas y sus familiares en algunos casos ya no son las mismas, al poder haberse visto afectados por ERTEs o despidos. Los novios afectados por el confinamiento “tienen que sacrificar algo para poder casarse”, explica Concha Molina, CEO y fundadora de En Buenas Manos Bodas. La norma general es aplazar el enlace. En caso de cancelación, la devolución de ciertos servicios no está asegurada, ya que “si se cancela es porque los novios han roto” y no tanto por la crisis sanitaria, añade esta organizadora de eventos. Reclamador.es aclara qué servicios ya pagados pueden recuperarse y cuáles no.
¿Se reembolsa el dinero del catering o de la finca?
La reserva del catering, la finca o el restaurante suele ser el desembolso más elevado de estas celebraciones y, por ello, estos servicios suelen pedir parte del dinero por adelantado a modo de señal. Si los contrayentes deciden no celebrar la boda o cambiar a una empresa o espacio distinto la opción más probable es que pierdan ese dinero adelantado. Ninguna compañía quiere perder a los clientes por lo que se están ofreciendo acuerdos y fechas alternativas. La regulación de los contratos en tiempo de coronavirus, recogida en el Real Decreto-ley 11/2020, establece que, en caso de haberse visto obligados a cancelar en enlace por las circunstancias extraordinarias, los contrayentes “pueden recuperar el dinero desembolsado en concepto de reserva o pago adelantado de la finca, restaurante, comida, etcétera”.
No obstante, esta devolución solo se producirá cuando no se celebre el evento y no existan alternativas, como por ejemplo el aplazamiento de la fecha, e incluso un bono o vale sustitutorio del precio. “Hay un plazo de 60 días para intentar llegar a un acuerdo y si no se alcanza, entonces habrá que devolver el dinero en el plazo de 14 días descontándose los posibles gastos en que hubiera incurrido el restaurante o finca, siempre que sean justificados a los futuros esposos”, explica Reclamador.es.
¿Puedo acceder a algún tipo de descuento?
La fundadora de En Buenas Manos Bodas explica el caso de una pareja que decidió cambiar el lugar de la celebración porque las fechas que ellos barajan ya estaban ocupadas. Estos novios perdieron la señal, pero se han trasladado a un nuevo espacio que les ha hecho una oferta . “El espacio está siendo el mayor problema. La gente quiere determinados lugares de celebraciones que están de moda y se están saturando”, añade. Los novios se encuentran con fechas alternativas pero no en las días habituales para celebrar enlaces. “Septiembre y octubre están completos y tienen que irse a invierno. Algunas parejas incluso han aplazado el enlace un año”, señala Molina. Optar por hacer una boda de mañana un domingo de otoño o invierno es la mejor opción, ya que suelen venir acompañados de descuentos en el precio al no ser fechas tan deseadas.
¿El fotógrafo puede negarse a devolver el dinero ya abonado?
Lo mismo ocurre con la fotografía. Si la boda se cancela, o la pareja decide prescindir de los servicios fotográficos, no recuperarán la señal ni el coste del book pre-boda de haberse realizado ya. La empresa de fotografía lo deberá descontar de las cantidades a devolver. En caso de aplazarse, si la compañía de fotografía y vídeo no puede prestar los servicios contratados en la nueva fecha fijada por los novios, deberá reembolsar a los contrayentes las cantidades ya abonadas de servicios no disfrutados. Según cuenta Concha Molina, los fotógrafos están accediendo a reservar el día que les convenga a los novios y, en caso de que tengan la agenda completa, mandarán a un compañero de profesión para que los contratantes no tengan que preocuparse también de este servicio.
¿Puedo recuperar el precio de los trajes?
Como ya apuntaba Molina, la tendencia habitual es posponer la celebración y no cancelarla. Los contrayentes y las empresas en las que se han encargado los trajes de ambos están llegando a acuerdos para que estos comercios conserven los trajes hasta nueva fecha, así como el pago total de los mismos, explica Reclamador.es. La plataforma de reclamaciones también recuerda que los trajes conllevan un trabajo previo de modelaje, corte y confección, que de haberse realizado ya la empresa puede repercutir a su cliente en el supuesto de que finalmente decida prescindir de la prenda.
Luna de miel en casa, ¿qué pasa con los billetes y el alojamiento?
Las parejas tampoco lo tendrán fácil para recuperar estos pagos, a no ser que organizasen el viaje por su cuenta. Este tipo de viajes suelen ser contratados como paquetes vacacionales en una agencia. El Gobierno aprobó un real decreto en el que se permite que, para contratos de viajes combinados que hayan sido cancelados por el minorista con motivo del Covid-19, el organizador pueda entregar al consumidor o usuario un bono para ser utilizado dentro de un año desde la finalización de la vigencia del estado de alarma y sus prórrogas. Solo si el consumidor no utiliza el bono en el plazo de un año, deberán reembolsar el precio del viaje al consumidor. De ser el cliente el que decide cancelar este servicio por la crisis sanitaria, se le entregará el bono, pero la agencia solo procederá al reembolso si recibe previamente las cantidades correspondientes de los proveedores.
Las parejas que hubieran decidido contratar el alojamiento, el transporte y las actividades por separado, podrán solicitar la devolución de las cantidades ya abonadas o un bono, aunque hoteles y aerolíneas deben ofrecer ambas opciones, señaló la Comisión Europea. En relación a aerolíneas sin sede en la Unión Europea, que realizan vuelos internos en el país de destino y que se rigen por el Convenio de Montreal, por ejemplo en el caso de aerolíneas con sede en Asia, la reclamación es más complicada, puesto que, pese a que el viajero puede ponerse en contacto con la compañía aérea para solicitar su dinero, no podrá pedir que se ejecute el pago si la compañía aérea no procede a realizar el reembolso, apunta Reclamador.es, que pone a disposición de los usuarios un formulario para reclamar la devolución de los vuelos cancelados.
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