miércoles, 26 de septiembre de 2018

Decoración floral para mesas de otoño-invierno




A pesar de que, en España, en los últimos años no se celebran tantas bodas en invierno como en verano, no cabe duda de que las posibilidades son infinitas ya que el clima español es cálido incluso en invierno y, de esta forma, se logran ambientes coloridos y acogedores sin arriesgarnos a echar a perder muchas variedades de flores que, en verano, no aguantan el excesivo calor y humedad.

Los colores del invierno son variados, los blancos junto a los ocres, dorados o variedades del marrón son ideales, así como rojos fuertes o verdes oscuros. El blanco y negro aportan mucha fuerza y energía en bodas de interior, y descartando los colores pastel, los tonos de la paleta de azules (violeta, lila, morado) y de rosas fuertes como el fucsia son, realmente, apetecibles para una boda en un jardín interior o en un claustro histórico.





En función del espacio de celebración y la mesa a decorar, se pueden elegir centros de flores únicos y con la calidez necesaria para poder realizar creaciones llenas de magia. Si el espacio es rústico, campestre, podemos aprovechar para realizar centros con piñas, muérdago, flores secas, espigas. En caso de que el espacio sea clásico, con una decoración vintage y queramos darle un toque no demasiado barroco, es ideal utilizar espigas, bambú, incluso frutas. También es una buena idea utilizar peceras de vidrio con flores flotantes. Una muy buena idea es elegir centros altos, con flores voluminosas y velas. Las velas se encenderán justo antes de entrar los invitados al salón. Los candelabros aportan gran calidez a cualquier espacio y se pueden combinar con cualquier flor. Las piñas y las castañas en bodas de otoño contribuirán a crear un ambiente alegre y lleno de energía. En invierno las frutas del bosque y silvestres (arándanos, cerezas, endrinas, moras, grosellas, frambuesas y nueces) proporcionan el escenario perfecto para una cálida boda a la luz de las velas y al calor del fuego.




Por último, las orquídeas, la amarilis y las flores de cardo se pueden combinar con jarrones espectaculares de cristal que se colocarían en corners o mesas auxiliares en la entrada al salón o, en un jardín, en las mesitas de decoración pegadas a la pared. Se podrían combinar con farolillos, candelabros o, incluso, marcos con fotos y detalles personales de los novios. Lo ideal es aprovechar las bondades del invierno español para crear un clima acogedor y ardiente que dé lugar a una boda única.


Escuela Europea de Wedding Planners
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