martes, 16 de noviembre de 2010

BODA AL AIRE LIBRE O BODA DE INTERIOR



Al preguntarnos dónde celebrar nuestra boda hemos de tener en cuenta diferentes aspectos que, sin duda, van a marcar el estilo de toda la celebración. Estos condicionantes son la época del año, la hora del día, la localización geográfica, número de invitados y estilo en sí mismo de la boda.

Es importante considerar algunos factores en los que las parejas no suelen caer, como son la comodidad de los invitados, de los novios y sus familias y de las personas implicadas en servir la boda. Una boda al aire libre puede ser muy bonita en un entorno histórico, en un paisaje determinado pero si el paraje elegido tiene demasiada vegetación hay que tener en cuenta que habrá mosquitos y bichitos que irán buscando la luz de los faroles que, casi siempre, suele coincidir con los sitios donde se coloca a los invitados. Además, en ciertos espacios cercanos a un río, granja, planta industrial, podemos encontrar en verano algunos olores desagradables. Otro elemento a tener en cuenta es el calor, en algunas localidades en el mes de julio el calor puede llegar a ser sofocante teniendo en cuenta, además, que va acompañado de una indumentaria no del todo cómoda, comida y bebida. Es posible que algunos invitados no se muestren activos ni participativos por agotamiento. Además, los meses de junio y julio son los de más lluvia en algunas regiones, como en la Comunidad de Madrid, siendo octubre y marzo los meses en los que menos precipitaciones hay en esta provincia.

En cuanto a una boda en un salón interior tiene muchas ventajas, como la comodidad del terreno ya que el césped siempre es incómodo para las señoras que llevan tacones y una superficie no lisa trae complicaciones a la hora de colocar las mesas o de servir los camareros en las mismas. Además, la decoración puede ser de lo más variada ya que no hay que salvar ninguna irregularidad provocada por el paisaje. De hecho, una decoración adecuada puede transformar espacios anodinos en ambientes sobresalientes. Ahora bien, si la boda es de día, hay que asegurarse de que el salón tiene ventanas lo suficientemente amplias como para que llegue la luz a cada rincón. Si la celebración tiene lugar como cena, el tema de ventanales no tiene mucho sentido. En cualquier caso, el exterior, al ser de noche, no se va a poder contemplar. Es importante, además, la temperatura que, al ser un espacio de interior, puede ser fácilmente controlable. Hay que tener en cuenta que la temperatura ha de ser cómoda para que los señores puedan comer con chaqueta y las señoras no se enfríen llevando un echarpe o chal ya que ellas habrán dejado sus prendas de abrigo en el ropero. En caso de ser verano, igualmente el aire acondicionado no debe estar demasiado alto durante la comida o cena mientras que sí debe regularse durante el baile y barra libre ya que es el momento en que los invitados se implican y se mueven con más energía por lo que la temperatura no debe ser demasiado alta ya que originaría cierta intolerancia al alcohol y fatiga acompañada de sueño, especialmente después de una comida copiosa.

Para concluir, a la hora de elegir espacio para nuestra celebración debemos hacernos las siguientes preguntas:
 ¿La ceremonia se va a celebrar in situ? En ese caso, debemos disponer de una sala diferente a la del banquete. Al aire libre, ya que apenas ocupará una hora, sería ideal en un rinconcito de un jardín o bajo un arco de flores.
 ¿El banquete tendrá lugar en una noche de verano? Si es así, lo más cómodo en cuanto a temperatura, inclemencias del tiempo, irregularidades del terreno, es celebrarlo en un salón interior.
 ¿El salón interior es demasiado grande para el número de invitados de la boda o carece por completo de ventanas o resulta demasiado frío? Entonces podemos preguntar si se podrían disponer las mesas en el jardín exterior de la manera más cómoda para todos y buscar una decoración ad-hoc y la forma de ahuyentar los bichitos.

Las opciones son variadas, siempre priorizando acerca de lo que a los novios les gusta y les hace felices es más fácil conseguir una boda de ensueño.