martes, 27 de enero de 2009

Música para la ceremonia


Naturalmente la elección de la música para una ceremonia matrimonial -ya sea religiosa o civil- ha de ser muy personal y los novios serán quienes la elijan. Pueden optar por las tradicionales piezas clásicas o, si lo estiman más conveniente, decantarse por música típica.

La Marcha nupcial de Felix Mendelsson es, habitualmente, la obra más oída durante la entrada y salida del cortejo. Esta pieza musical fue elegida por la Princesa Victoria de Inglaterra en su boda con el Príncipe Federico Guillermo de Prusia para la entrada a la iglesia y, desde entonces, sigue entonándose de forma tradicional en la mayoría de las bodas. Otro clásico es el Ave María de Schubert para el momento de la Comunión. Sin embargo, existen infinidad de partituras que podrían ser perfectamente válidas para la ceremonia religiosa.

La entrada en el templo puede verse acompañada también por el Allegro de Concierto para órgano y orquesta op. 7 nº 3, el Canticorum Iubilo o el Largo de Xerses de Händel, la Marcha del Príncipe de Dinamarca e Improvisación para trompeta de Clarke o la Marcha de Tannhäuser de Wagner.

Durante la liturgia son más adecuadas obras serenas que invitan al recogimiento como el Aleluyah de Cristóbal de Morales, el Canon de Pachelbel, Santo de Schubert o el Ave María de Gounod.

La Comunión es un momento de recogimiento y muy especial en el que se pueden interpretar piezas como Tantum ergo de Mozart, O Salutatis hostia de Juan Crisóstomo Arriaga, el Adagio de Albinoni o el aria Bist du bei mir de J. S. Bach. Durante la bendición de los nuevos esposos el Regina coeli de Tomás Luis de Victoria es una de las más adecuadas.

Durante la firma de los novios, padrinos y testigos se puede utilizar algún tema más alegre, como la Cantata nº 69 de J. S. Bach o He shall feed his flock like a Shepherd y Come unto Him, arias de El Mesías de Händel. Enb la salida podrían interpretarse las Marchas nupciales de Lohengrin de Wagner, el Aleluya de El Mesías de Händel, La Primavera de Vivaldi o la Tocata y fuga en mi menor de Bach.

Al hilo de las elecciones musicales para la boda eclesiástica, hay alternativas utilizadas en la boda civil que permite más libertad a la hora de la elección. Normalmente para la entrada de la novia se puede utilizar la Entrada de la reina de Saba de Händel o Sueño de Amor de Linz o el Otoño de Vivaldi. Para las lecturas es muy típica la Cole Porter Melody, el Concierto de Aranjuez o el Imagine de John Lennon. En el caso de las firmas mucha gente opta por bandas sonoras (Memorias de Africa, La Misión, Desayuno con Diamantes...). Se puede decir que en la boda civil hay más versatilidad y libertad sin ceñirse a las piezas litúrgicas o sagradas como en el caso de la Iglesia. De manera que la tendencia actual es utilizar música más sobria y fundamentalmente de carácter litúrgico en la boda eclesiástica y tomarse más libertades en la civil. En cualquier caso, la elección ha de ser de los novios para poder personalizar su ceremonia al máximo.