Una boda requiere de esmero en todos y cada uno de los detalles que la hacen posible, uno muy importante, son las invitaciones de boda. Hay que tener especial cuidado en elegir, redactar y entregar las invitaciones de forma adecuada.
Cuando una pareja decide casarse y después de concretar el
día y detalles de la boda, procede a elaborar una lista de invitados, para
después confeccionar y encargar las invitaciones.
Lista de invitados
Normalmente, se elaboran tres listas: una realizada por los
padres de la novia, otra por los padres del novio y una tercera cerrada por los
propios contrayentes. A continuación se repasan los listados, se hace una criba
y se ultima la lista perfecta.
Se aconseja mostrar especial consideración en casos
especiales, como las parejas divorciadas (máxime si la ruptura es reciente) a
la hora de planificar el reparto de puestos. Conviene revisar a menudo la lista
definitiva y ordenarla por grupos de edad, relación o compromiso con el fin de
distribuir de forma conveniente a los invitados en las mesas del banquete.
Cómo redactar las
invitaciones
En las invitaciones clásicas debe incluirse el nombre de los
novios y el de sus padres, la comunicación del enlace, lugar y hora de la
ceremonia y banquete, las direcciones de ambas familias y la petición de
confirmación con números de teléfono o correos electrónicos para ello.
Si uno de los padres es viudo se especificará sólo su nombre
y en el caso de que la madre sea viuda se hará referencia a su marido (ejemplo:
Doña Carmen Peralta, viuda de Guillermo). Si uno de los contrayentes es
huérfano ocupará este puesto uno de sus padrinos.
Debajo del encabezado se añadirá un texto centrado con la
comunicación: "Tienen el honor de participarle el enlace de sus hijos
(nombre de los novios) e invitarle a la ceremonia que se celebrará (día y hora)
en (iglesia, juzgado, finca o recinto elegido) y a la recepción posterior que tendrá
lugar en (nombre del establecimiento)".
En la línea inferior se pide confirmación y, finalmente, en
el extremo izquierdo aparece la dirección del domicilio de la novia y en el
inferior derecho la del novio.
Estos modelos tradicionales conviven hoy con otro tipo de
invitación en la que los novios son, directamente, quienes se participan el uno
al otro (especialmente cuando se trata de una segunda boda para alguno de los
contrayentes, o tienen hijos antes del matrimonio). Este último modelo será
igual aunque omitiendo el nombre de los padres.
Si el lugar de celebración es de difícil acceso se debe
incluir un plano para facilitar el desplazamiento a los invitados.
Los sobres se escribirán a mano con tinta negra y se
excluirán todas las abreviaturas en el nombre y apellidos. Si alguno de los
hijos del matrimonio invitado es mayor de edad y va a ir acompañado de su
pareja, es correcto que se les envíe una invitación a ellos por separado. En el
supuesto de que la persona invitada reciba un tratamiento especial por su cargo
o título, éste debe anteponerse al nombre. Por ejemplo: "Excmo. Sr. D.
Antonio Vega".
Cuándo enviar las
invitaciones de la boda
Las invitaciones deben enviarse con dos meses de antelación
para que los asistentes tengan tiempo de planificar su agenda y hacer los
preparativos correspondientes. Lo correcto es que se entreguen en mano
facilitando un encuentro personal, puesto que se trata de un acontecimiento
familiar y social, no obstante se pueden enviar por correo confirmando,
mediante conversación telefónica, su recepción.
En la actualidad, la costumbre es enviar una sola invitación
que incluye la celebración religiosa o civil y la posterior recepción. Sólo en
los casos de bodas reales, muy protocolarias o de alto nivel, se remitirán dos
tarjetones: uno para la invitación religiosa y otro para la recepción
posterior.
Escuela Europea de Wedding Planners