lunes, 14 de enero de 2013

Qué esperar de un Curso de Wedding Planner




La profesión de Wedding Planner es absolutamente igual que cualquier otra. Requiere de una gran dosis de paciencia, organización, planificación, creatividad, diplomacia, decisión y muchísima vocación comercial y de atención al cliente. Aunque el cine se ha encargado de aportar glamour a esta ocupación, lo cierto es que, si bien el resultado final está lleno de glamour y profesionalidad, el proceso por el que pasa una Wedding Planner es duro y tenaz ya que requiere trabajar fines de semana y luchar muchísimo para darse a conocer en un país donde el desconocimiento acerca de este trabajo es total.



A pesar de que, en España, se trata de una profesión en auge, todavía no hay una formación especializada. Es cierto que en los cursos de protocolo y de organización de eventos se pasa de puntillas sobre la organización y coordinación de bodas, pero si alguien quiere especializarse como Wedding Planner, tan sólo puede adquirir una formación básica y tratar de trabajar como tal antes de establecer su propia empresa. En EEUU, Latinoamérica o Inglaterra, el Wedding Planner es una figura esencial para cualquier novia. Incluso en Francia, Italia o Portugal esta profesión se conoce y se respeta. En España, de las 200.000 bodas anuales que hay, tan sólo un 1,5% de las mismas, han acudido a un Wedding consultant.



Un Curso de Wedding Planner debería tocar aspectos como el análisis del mercado en este sector en España, cómo negociar acuerdos de colaboración, diferentes modelos de negocio y fórmulas mercantiles, las implicaciones sociales y personales del matrimonio y enseñar a preparar ceremonias, banquetes diferentes, cómo ofrecer ideas originales. También es importante ver temas como la etiqueta, decoración de espacios según el tipo de boda, y hacer hincapié en el protocolo y preparación de una boda, cuestiones prácticas, cómo resolver posibles problemas y, para aquellas personas que quieran establecer su propia empresa de organización de bodas, poder contar con recomendaciones prácticas para dar el gran paso.



Con un programa que aborda, entre otras, todas estas cuestiones, En Buenas Manos imparte cursos de doce horas a precios muy interesantes. Se realizan en dos fines de semana y, al final de curso, se entrega el material y diploma acreditativo. Este curso resulta muy práctico tanto a aquellos que quieren dedicarse a esta bonita profesión como a los novios que van a casarse y quieren tomar nota de algunos tips y consejos útiles. 



Más información en info@enbuenasmanosbodas.com y 629 131 971.

martes, 9 de octubre de 2012

LA BODA DE MERCEDES Y ALBERTO. Detalles vintage y bodegones decorativos

Mercedes y Alberto se casaron en mayo de 2012 en una finca familiar en la provincia de Cáceres. La ceremonia religiosa tuvo lugar en una ermita en el pueblo donde les hacía mucha ilusión ya que, tanto la madre de Alberto, como su abuela, se casaron en este mismo lugar.

La finca, con una casa solariega del siglo XIX muy bien restaurada, fue el marco incomparable de la boda. La comida se celebró al aire libre, en un jardín con vistas al Valle del Jerte. El catering se encargó de todos los aspectos gastronómicos, así como de las mesas a las que añadimos una mantelería vintage y vajilla de porcelana de Santa Clara. El menú estuvo absolutamente especializado en caza : croquetas de boletus y perdiz, ragú de jabalí con patatitas avellana al oporto, los vinos fueron de Toro, y de postre, el repostero Santi Escribá elaboró un delicioso pastel hojaldrado de zanahoria y sal volcánica con merengue de nata.

Pero a la hora de decorar las mesas y dar un toque diferente al recinto, al tratarse de una boda al aire libre, los novios querían delimitar las zonas aunque sin vallarlas y que no hubiera una separación física. Nuestra idea fue realizar mesas bodegones repartidas por todo el recinto. Nuestro decorador diseñó mesas con flores y frutos secos, con frutas frescas, peceras de cristal con terrariums. Estos bodegones ocuparon la zona de cóctel. En el área destinada a la comida, tan sólo utilizamos bodegones decorativos con telas vintage y piezas de cerámica familiares. Y, para la barra libre, los bodegones fueron candy bars muy decorativas y, además, las golosinas hicieron las delicias de todos. También colocamos una mesa con cupcakes que fue muy fotografiada y, naturalmente, estaban riquísimas.

Tanto Merce como Alberto, que habían visto los bocetos, pero no se hacían una idea, quedaron encantados con la idea inicial y cómo se materializó ya que las fotos dan fe de los bodegones tan espectaculares y diferentes y de la sensibilidad a la hora de colocarlos con tanto gusto y sin llegar a agobiar visualmente el conjunto del recinto.

Por último, hay que destacar que, en una boda con detalles tan vintage, el vestido de Merce era el mismo con el que se había casado su madre treintaycinco años antes, que le arregló una modista amiga, añadiendo detalles de puntilla y chantilly en cuello y mangas, y al que, en el último momento, añadimos unos broches de su abuela, para fijarlos al velo, y que terminaron de aportar el detalle sofisticado en una boda llena de rasgos tradicionales.

Decoración de Boda

Decoración de Boda

martes, 18 de septiembre de 2012

La boda de Begoña y Jorge. Espectaculares vistas de Toledo










Begoña y Jorge se casaron en Toledo ya que, en primer lugar, el novio tiene vinculación con esta ciudad. Mucha de su familia es de allí y, en segundo lugar, porque “es una ciudad preciosa y, en cuanto vi la iglesia, me acabó de enamorar el sitio” según nos contó Begoña.
Para la realización de los detalles de la boda contaron con la ayuda de En Buenas Manos (http://www.enbuenasmanosbodas.com) que se encargaron del protocolo, decoración, estilismo, invitaciones, música, reportaje fotográfico, regalitos y detalles para la boda.

La ceremonia

Tuvo lugar en la Iglesia de San Juan de los Reyes de Toledo. La decoración se hizo a cargo del estilo y buen hacer de Frédéric Martin (https://www.facebook.com/pages/LAtelier-de-las-Flores/159675287426454?ref=tn_tnmn) que se encargó, junto a la Wedding Planner Concha Molina de En Buenas Manos, de darle un toque delicado mediante Margarita Stallion, Lilium Oriental y Margarita Feeling Green.

Una religiosa amiga personal de la familia de Jorge les dedicó unas palabras siendo una intervención emotiva y llena de afectividad.

¿Cómo fue la entrada a la iglesia?

“Cuando llegué a la Iglesia casi nadie estaba dentro, todo el mundo quería verme salir del coche y esperaba fuera, sacándome fotos, fue muy emotiva”.
Incluso un grupo de turistas japoneses se unieron a la misa sentándose en los últimos bancos de la Iglesia y estuvieron hasta el final y se quisieron hacer una foto con la novia. ¡Fue el punto divertido!

Los novios

Begoña llevaba un vestido de corte romántico de Rosa Clará, al igual que los zapatos y, en cuanto a joyas sólo unos pendientes de perlas de TOUS y en el recogido una peineta blanca preciosa hecha a mano por DUYOS, ideal y totalmente artesanal.

El estilismo y maquillaje corrió a cargo de Beny Sanz (http://www.benysanz.com/) como mejor recomendación de Concha de En Buenas Manos, y sin duda es la mejor!
Jorge destaca ese día como “Muy especial, sobre todo por la presencia de nuestra hija de 9 meses”.

El banquete

Fue en el Cigarral de Santa María, “tiene las mejores vistas de Toledo”, y además el catering es realmente bueno. Está rodeado de terracitas y patios empedrados que le dan ese aire rústico tan toledano y lleno de jardines con geranios, lirias, olivos, azucenas, almendros y cipreses.

¿Cuál fue el toque de originalidad?

Quizás el baile, que no fue el típico vals. No nos sentíamos cómodos (no somos muy buenos bailarines) así que nos decidimos por una canción que nos gustaba a los dos, sin ser la tradicional de las bodas y quedó… de maravilla!!!

Otras buenas ideas

Los fotógrafos fueron AIS (www.aisfotografos.com) que son maravillosos. La sensibilidad y profesionalidad de Leticia y Alec consiguieron unas fotos de ensueño, desde las primeras de la novia vistiéndose en el hotel hasta el cierre.

La fuente de chocolate con fruta y chuches en el baile, las alpargatas para que las señoras pudiesen bailar sin preocuparse de los tacones, Concha las dejó en unas cestas preciosas justo a la entrada al baile, y quedaban fabulosas, también las cajitas de porcelana con violetas, los caramelos típicos de Madrid.


Una idea muy original fue el álbum de fotos que enviamos unas semanas después a todos los invitados como recuerdo de la boda. A Concha se le ocurrió que podría ser un regalo diferente y, además, es un recuerdo que reciben los invitados apenas unos días después, donde están las mejores fotos, y para nosotros fue muy cómodo ya que no tuvimos que hacer copias de más.